sábado, 19 de marzo de 2016

Volar mas alto es imposible... De verdad.

Tocandome un poco el alma...
Recuerdo en años anteriores cuando mi infancia preponderaba, estar sentado en esa mesa cuadrada con estilo mármol que no era mas que madera terciada, en la cual sobre sus espaldas acogía un vaso cargado con el contenido de una damajuana de vino, un plato con huesos de unos churrascos recién comidos, un cenicero, el olor a cigarro mezclado con comida en el aire dispersándose por una ventana que daba al patio entreabierta... Eh aquí lo mas importante de esta imagen, frente a mi en una silla cruzando la mesa Mi Abuelo.
El hombre mientras tomaba su vino allá por las 21:30 de la noche y en el televisor bien enfrente de los ojos se transmitía un partido de mala muerte entre Estudiantes y Godoy Cruz, él veía el televisor... Pero no miraba nada.
Los ojos marrones se le perdían en el fondo entre la heladera y la mesa del televisor... Siempre de chico me preguntaba que miraría, porque se quedaba mirando a la nada teniendo la tele enfrente, porque no jugaba conmigo que estaba con los brazos cruzados en la mesa cuasidormido.
El tiempo a medida que vamos creciendo nos va pegando, en cada cachetada es una enseñanza, cada enseñanza una recompensa.
Hoy cuando tomo un vaso de yogurt recuerdo cuando era chico comprar cada tanto un sachet de ellos y era una conmemoración familiar, lo mismo con una gaseosa y hasta con una mayonesa para acompañar el puchero de las mañanas... Al que no lo gustaba la comida que no coma.
Las cosas cambian, hoy veo a mi hija y hasta a mi comer un yogurt y cada tanto se me viene esa imagen del disfrute de un vaso del bebible, suerte que a mi cuarto de vida se lo puedo dar.
Todos con dos gramos de razón tratamos de superarnos, pero no por eso hay que olvidar lo que costo llegar. Aunque ya no somos una mesa de ocho, yo me acuerdo lo se disfrutaba un simple yogurt en la mesa cada tanto.
Nací entre el puchero y el asado, el guiso en estofado, de la mesa sin mantel, tabla y caballete sobre el pasto. Vi día a día trabajar a cada miembro de mi familia... Que hambre de progresar!
Tíos que son hermanos, primos que son ahijados... Somos un circulo cerrado de una familia sin igual.
Quien no quisiera criarse en esa miseria? Donde la voluntad, el trabajo, la pasión, el fuego y las ganas son una puta enseñanza de vida día a día al nacer.
Nacimos con cultura del trabajo, con romperse el culo en cada paso, aprendí viendo a apretar un tornillo con los dedos, porque el trabajo se termina cueste lo que cueste.
Como enseñarle, mejor dicho, llegar a explicarle a los chicos de ahora lo que es el esfuerzo, lo que es valorar, lo que es hacerte hombre con un mate amargo entre medio de chapas oxidadas... Lo que es disfrutar de un yogurt no?
Falta cultura del trabajo, falta que te enseñen valores... Faltan tantos abrazos verdaderos... Faltan sonrisas sinceras, falta que la transmisión del amor por alguien que no conocimos o no conocemos.
Sabes que falta? Dejar el puto orgullo de lado y a las 4 de la mañana mandar un mensaje pidiendo perdón, falta ser sincero, falta dejar de caretearla... Si vos y  yo nos criamos con parches en los pantalones, vos añoraste un abrazo como yo.
Falta que una madre te diga que estas haciendo lo correcto, que al verte crecido se le llenen los ojos de lágrimas a tu habla, falta que cuando te hables a vos mismo sepas que hiciste las cosas bien.
Falta que dejemos de callarnos ante una puta injusticia... Y hacen falta personas como vos querido abuelo que me enseñaste que es lo mismo quien te caga en un peso o en un millón.
Ahora entiendo viejo cuando mirabas a la nada entre el televisor y la heladera... Adelante de tus ojos siempre se transmite algo mas importante... La Vida.
           
                                                        Buena Vida.... Queramos Mas! Suframos Menos!

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